Cuando se enunció la ley de la conservación de la masa no se
conocía el átomo, pero, con los conocimientos actuales es obvio: puesto que en
la reacción química no aparecen ni destruyen átomos, sino que solo se forman o
rompen enlaces (hay un reordenamiento de átomos), la masa no puede variar.
La ley de conservación de la masa, ley de conservación de la
materia o ley de Lomonósov-Lavoisier es una de las leyes fundamentales en todas
las ciencias naturales. Fue elaborada independientemente por Mijaíl Lomonósov
en 1748 y por Antoine Lavoisier en 1785. Se puede enunciar como «En una
reacción química ordinaria, la masa permanece constante, es decir, la masa
consumida de los reactivos es igual a la masa obtenida de los productos».1 Una
salvedad que hay que tener en cuenta es la existencia de las reacciones
nucleares, en las que la masa sí se modifica de forma sutil, en estos casos en
la suma de masas hay que tener en cuenta la equivalencia entre masa y energía.
Esta ley es fundamental para una adecuada comprensión de la química.
Los ensayos preliminares hechos por Robert Boyle en 1679
parecían indicar lo contrario: pesaba meticulosamente varios metales que antes
y después de su oxidación mostraban un notable aumento de peso. Estos
experimentos, por supuesto, se llevaban a cabo en recipientes abiertos.2
La combustión, uno de los grandes problemas que tuvo la
química del siglo XVIII, despertó el interés de Antoine Lavoisier porque éste
trabajaba en un ensayo sobre la mejora de las técnicas del alumbrado público de
París. Comprobó que al calentar metales como el estaño y el plomo en
recipientes cerrados con una cantidad limitada de aire, estos se recubrían con
una capa de calcinado hasta un momento determinado del calentamiento, el
resultado era igual a la masa antes de comenzar el proceso. Si el metal había
ganado masa al calcinarse, era evidente que algo del recipiente debía haber
perdido la misma cantidad de masa. Ese algo era el aire. Por tanto, Lavoisier
demostró que la calcinación de un metal no era el resultado de la pérdida del
misterioso flogisto, sino la ganancia de algún material: una parte de aire. La
experiencia anterior y otras más realizadas por Lavoisier pusieron de
manifiesto que si se tiene en cuenta todas las sustancias que forman parte en
una reacción química y todos los productos formados, nunca varía la masa. Esta
es la ley de la conservación de la masa, que podemos enunciarla, pues, de la
siguiente manera: «En toda reacción química la masa se conserva, esto es, la
masa total de los reactivos es igual a la masa total de los productos.
Informacion obtenida del libro "Química 1 de Clara Luz Martìnez Càzares / Ruben Onofre Aguirre Alonso"
Informacion obtenida del libro "Química 1 de Clara Luz Martìnez Càzares / Ruben Onofre Aguirre Alonso"
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